lunes, mayo 17, 2010

A Sanz ¿Se le “soltó la cadena” o es una jugada planificada?

Luego de una exagerada crítica a la Asignación Universal por Hijo (por decirlo de una manera elegante) y estigmatizar a los pobres como faloperos y timberos, debemos reflexionar si el Presidente de la Unión Cívica Radical se “deschavetó” o está realizando una jugada política estratégica.

Luego de una semana movidita para la oposición con el procesamiento Mauricio Macri, por una asociación ilícita que espiaba desde el Ministerio de Educación, la derecha queda con un candidato a presidente menos o por lo menos muy golpeado. Las posibilidades de remontar semejante bochorno deja también golpeado a su socio, el colombiano Francisco de Narváez (posible candidato a gobernador de la Prov. de Buenos Aires).

Este serio incidente para la derecha ocurre en momentos en que la figura de Néstor Kirchner trepa a las encuestas dándole, serias posibilidades de ser el candidato ganador en una eventual elección presidencial. Su proyección política crece a nivel americano con la elección para ocupar la presidencia del UNASUR y lo deja fuera de la pelea doméstica donde el fango de la legislatura corroe las posibilidades electorales de sus integrantes. La economía nacional también opera a favor de la mejora en la imagen positiva de la gestión de Cristina Fernández, y hasta el panorama internacional ofrece la posibilidad de defender seriamente el modelo, ante el creciente fracaso del Neoliberalismo en Grecia, España, Portugal e Irlanda.

Este es el momento  político que elige el Presidente de la UCR para disparar un discurso claramente de derecha y critica directamente la distribución de la riqueza vía la AUH. Si siguiéramos la trayectoria de Sanz, hasta podríamos decir que era un político moderado, de bajo perfil y en crecimiento. Entonces, ¿Por qué dar semejante “volantazo” para reposicionarse hacia la derecha?, creo que la respuesta está en que la oposición se sabe perdedora y cada uno de ellos abandona la idea de ese gran Partido Opositor, donde encontraríamos a la Concertación Cívica, el PJ residual y los socialistas, unidos como la “Unión Democrática del siglo XXI”, derrotarían al monstruo populista en la Argentina.

Esto empuja y fragmenta nuevamente a la oposición, buscando reposicionarse, intenta encontrar un lugar en el mercadeo político. Margarita Stolbizer hace el intento de juntar al centro izquierda radical-socialista y obtiene una convocatoria que no deja conformes a los convocantes. La derecha neoperonsita , luego del abandono de Carlos Reuteman y el procesamiento de Macri, queda golpeado y apenas sobreviven Francisco de Narváez y el repudiado Eduardo Duhalde.  La derecha radical hoy encuentra un nuevo referente (inesperado) en Ernesto Sanz que compite con Cleto Cobos, Carrió y Gerardo Morales. La izquierda (con el auspicio de Clarín y Grondona) tiene a “Pino” Solanas como referente, pero no tiene un armado político serio para sostener siquiera una elección en la Provincia de Buenos Aires.

De mantenerse el escenario actual, el proyecto popular encarnado en la persona de Néstor Kirchner, podría ganar la primera vuelta, pero es difícil lograr el cincuenta por ciento necesario para que no haya segunda vuelta. El desafío entonces es saber cuál va a ser la estrategia para lograr un apoyo en el centro izquierda, y aunque algunos no nos guste, en la centro derecha. Las posibilidades de mutar a formas de socialdemócratas o socialcristianas parece no ser la alternativa y la estrategia de profundizar las contradicciones puede ser una vía, en un mundo en crisis económica y política que nos da la razón en el camino emprendido.  

Todas las alianzas opositoras pueden y son posibles a futuro, pero el juego se arma y rearma, no de cara a propuestas electorales, sino a pura especulación de las encuestas, donde los que hasta ayer comían y se juraban amor, hoy pasan a ser adversarios o por lo menos ningunean a los demás. Una cosa tiene en común la oposición, una oculta adscripción al neoliberalismo y el poder económico concentrado, donde la principal arma será la corporación mediática y su capacidad para corroer la legitimidad del gobierno nacional. El contexto político nacional , económico, político latinoamericano y la crisis europea no los dejan explicitar su propuesta, pero como toda la derecha latinoamericana muestra los dientes y espera el reflujo derechista, con un espejo como el chileno, donde reflejarse y ser la alternativa del poder real. 

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