A raíz de la creación del grupo “Soy Transversal, Nacional y Popular” hemos podido comprobar que son muchos los que de alguna manera se sienten identificados, pues se adhirieron muchos compañeros. Pero tomé con preocupación como algunas personas (en un caso una persona muy joven de una de las JP existentes) se mostraron ofendidos por nuestra expresión “no creemos que el proyecto nacional pueda estar sintetizado en el partido que consumó la más grande traición a los trabajadores y la entrega de la Patria al extranjero”. No me disgusto en absoluto. Pero me preocupó muchísimo. Nosotros somos un Pueblo desmemoriado. Nuestro gobierno nacional ha hecho una tarea titánica para reconstruir nuestra memoria en torno a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Pero muchos que pertenecemos a la generación cuya participación activa en la vida de nuestro país se dio con el retorno a la democracia, o a la posterior generación que le tocó nacer a la vida adulta en los años 90, parece que la memoria nos sigue fallando y mucho. Yo no puedo hacerme cargo de la responsabilidad que a cada uno le cabe. Pero es imprescindible reconstruir nuestra memoria colectiva sobre nuestro pasado reciente. El que firmó el decreto de “aniquilación de la subversión” en nuestro país y abrió las puertas de la legalidad a la cacería de brujas que cambiaría la vida de nuestro país para siempre pertenecía al PJ. Los dirigentes sindicales que le hicieron 13 paros generales a Alfonsin y ninguno a Menem pertenecían al PJ. Los que tomaron champagne con Menem y Cavallo, dirigentes supuestamente obreros, mientras se remataba el patrimonio nacional al extranjero y nos dejaban un tendal de 4 millones y medio de desocupados pertenecían al PJ. Menem y Duhalde pertenecen al PJ. Los que declararon el Default y nos cagaron la vida pertenecían al PJ. El que implementó la devaluación regresiva que enriqueció a los empresarios del campo, promovió a los industriales y sumió en la miseria al Pueblo Trabajador pertenecían al PJ. Los que mataron a Maxi y Dario, a José Luis Cabezas, al Oso Cisneros, se sospechan pertenecían al PJ. ¿Entonces porque la ofensa? Yo celebro el resurgimiento de la identidad peronista que experimento nuestra sociedad en los últimos años. Pero no podemos dejar de remarcar que Peronismo no es pejotismo. Por suerte el peronismo nos dejó una doctrina básica. La de las tres banderas históricas. Banderas que jamás levantaron ni Menem, ni Duhalde, ni tantos otros pejotistas. Ser Peronista es creer en la Liberación Nacional y encausar nuestra lucha en esa faena. Ser pejotista es trabajar para la corporación de la partidocracia liberal y la burocracia sindical. Representar y defender esos intereses. No otros. El tema es que muchos de nosotros en los 90 estábamos en las calles denunciando la entrega de la Patria al extranjero. Estábamos en las rutas defendiendo cada puesto de trabajo. Y muchos de los que nos critican estaban conchabando en el despacho de algún intendente otrora duhaldista – menemista. Entonces que cada uno de ponga el saco que le quepa. Por aquellos años nosotros militábamos y soñábamos con un país mejor junto a los compañeros peronistas como German Abdala. Peronistas de verdad. Y no teníamos nada que ver con los pejotistas. Pero nos revindicábamos peronistas. Decíamos en las rutas “si evita viviera sería piquetera”. Y seguimos creyendo en ello. Otros pensaban que si Evita viviera sería puntera de Patti. Allá ellos. Si no le entramos a este debate y al de la iniciativa política que debe tener el Pueblo organizado para ayudar a profundizar, para poner la agenda de los trabajadores en la agenda política del día a día, vamos a terminar lamentando un nuevo Felipe Sola encabezando la lista de diputados, vamos a lamentar un nuevo Cobos (que no tuvo, no tiene ni tendrá nada que ver con la transversalidad), vamos a lamentar nuevos diputados y senadores sojeros saltando el cerco (o defendiendo los intereses corporativos de la futura economía concentrada). Por eso decimos que bancamos este proyecto más allá de Néstor y Cristina. Porque vemos levantadas en alto las banderas de nuestras luchas histórica. Por eso fuimos aquella noche a poner el pecho a la Plaza de Mayo para que la clase media cacerolera confundida por los medios oligárquicos no volteen a este gobierno. Y hubo muchos de los nuestros aquella noche, muchos transversales. Pero no vi a ningún intendente. Me atrevería a decir que salvo los compañeros del Movimiento Evita no había ningún otro PJ en la Plaza. Y con esa autoridad que nos da haber luchado siempre por este proyecto, aun cuando solo era un sueño, podemos decir que el día que se entregó Andalgala deberíamos haber pedido la renuncia del Secretario Nacional de Minería. Porque así defendemos a este gobierno, no con obediencia debida hacia funcionarios de segunda o tercera línea que a veces terminan conspirando para que este gobierno se caiga. Mucho de los cuales serían tranquilamente parte de un futuro gobierno de Duhalde, Reuteman o vaya saber uno quien. Porque nosotros tenemos autoridad para señalar las materias pendientes y “lo que falta”, nosotros, desde adentro del Proyecto Nacional. Pero como no lo hacemos lo termina haciendo desde una oposición lapidaria el cineasta mediático y su manga de secuaces. Y para no resultar extenso no es esto en contra de nadie. Me urge aclarar nuestra concepción sobre la identidad peronista y el PJ. Por nosotros, por todos, pero principalmente por nuestra juventud y la posteridad. El peronismo en consecuencia con los sueños de Evita, con sus manos hacedoras de Justicia. No es cantar consignas o ser fanáticos sin saber de que estamos hablando. Evita nos pidió ser fanáticos, pero de nuestros sueños de Libertad, de un proyecto que era una realidad con alas. Espero no haber ofendido a ningún otro cumpa. Un abrazo militante.
Oscar Retuerto
Marcha Grande
“Transversal, Nacional y Popular”
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