Un hombre murió en Mendoza, casi seguramente producto de una paliza que le dieron entre 10 y 15 personas, luego de que este arrebato presuntamente un bolso. Este caso, con algunas diferencias, se parece al caso de Matías Berardi y merece ser analizado para seguir deslindando responsabilidades sociales, políticas y penales.
El titular de Clarín dice “La gente golpeó un ladrón: murió en comisaría”, de lo cual sacamos las siguientes conclusiones:
Primero, que el Diario Clarín ya juzgo a este individuo (no la justicia) y lo acusa de ladrón. Se le quito eso de que “todos somos inocentes, hasta que se demuestre lo contrario” o el término “presunto ladrón” que parece más conveniente.
Segundo: Lo golpeo “la gente”, no un grupo de individuos, o un grupo asesino, o como creo debería decir, “un grupo de presuntos asesinos”. Decir “la gente”, es una forma de involucrar a un conjunto social, donde vos, yo y/o una gran parte de esta sociedad es responsable de este presunto crimen.
Tercero: La duda Clarinesca, “murió en comisaría”. Luego de una paliza de entre 10 y 15 personas es llevado a la comisaría y plantea la duda, ¿Murió de un paro cardíaco? No hace falta tener demasiada imaginación para saber que, si solo le pego una persona por vez, son diez o quince golpes, mínimo le dejaron hematomas y contusiones en varias partes del cuerpo. El paro cadiorespiratorio es casi con seguridad, el corolario de la paliza.
Cuarto: La sola mención de todo lo anterior, hace necesario que esta persona debería haber sido llevado al médico, la presunta negligencia y/o complicidad policial con los atacantes es casi manifiesta y el llevarlo a la comisaría, una forma de cubrir la acción delictiva.
Quinto: La negligencia-complicidad policial de la gente-asesina es directamente proporcional a la crispación/irresponsabilidad de la prensa. Cómo entender sino la acción de la “gente”, que no asistió a las víctimas (la persona robada, Matías Berardi y el presunto ladrón), sino que contribuyó a la muerte de ambas personas. La “gente” a que se refiere Clarín tal vez va a decir y pensar lo siguiente:
“Hay que matarlos a todos”
“Entran por una puerta, salen por la otra”
“¿Donde están los DDHH de las víctimas de la delincuencia?”
“Son ellos o nosotros”
“Justicia por mano propia”
“El que mata debe morir”
De esta manera, esa “gente” justifica la barbarie inducida de “ajusticiar-asesinar” personas al margen de toda ley. Lo hipócrita es que, esos mismos medios se horrorizan de los apedreamientos de Medio Oriente o los crímenes de género, pero no hacen ni una sola autocrítica de lo que están generando social y políicamente en la argentina. Este es el mismo medio, que en la dictadura militar nos hacía creer que vivíamos en "un país seguro", mientras que en dicho período desapareció/murió mas gente que en la actualidad (siete personas desaparecidas/muertas por día, promedio en siete años, mas los muertos por delincuencia común).
El odio y la crispación dejaron dos nuevas muertes, todas evitables si nos apegáramos a ley y comenzáramos a probar con solidaridad, tolerancia y respeto a la vida humana, lo demás es contribuir al caos, para que reine el más fuerte.
Jorge P. Colmán
La gente golpeó a un ladrón, Muere en una comisaría http://www.clarin.com/policiales/investigaciones/gente-golpeo-ladron-murio-comisaria_0_355764487.html
Todos los que matan a Matías http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-154453-2010-10-07.html#arriba
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