El gremio de peones rurales (o su principal dirigente) quedó fuera de juego al presentar el gobierno nacional la Ley del Peón Rural. El gremio que tiene unos 700.000 trabajadores en negro y cientos de miles con sueldos que apenas pasan los mil pesos (1), extrañamente responsabiliza al gobierno (no a los patrones) por la situación. Muy poco se ha avanzado desde la sanción por Decreto-Ley N° 28.169, del 8 de octubre de 1944, dicha norma estableció por primera vez la aplicación de normas laborales en la relación de trabajo rural: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de abrigo, espacio e higiene en el alojamiento del trabajador, algo que apenas se cumple hoy.
Hoy en el Canal Rural se lo ve “sorprendido” por desconocer la ley presentada por el gobierno y destacó los acuerdos que dicho gremio acordó con la patronal agraria (2). En un arranque de desconocimiento absoluto (o peor aún burlándose) de la situación de los peones rúales dijo: “…que en el país hace rato que los trabajadores trabajan solamente ocho horas…”. No hace falta ir muy lejos para saber que, a pocos kilómetros de la capital federal los peones rurales ganan una miseria, tampoco hace falta recorrer mucho el interior para saber que muchos no reciben remuneración dineraria. La declaración de este dirigente gremial ante el canal del monopolio es vergonzosa y cómplice (3).
Las ganancias acumuladas por la aplicación de un modelo que económicamente beneficia a los dueños de la tierra nunca “derramó” sobre sus trabajadores en mejores condiciones de trabajo y jornales. Tampoco se lo vio al Momo poniéndose a la cabeza de la lucha por la distribución de esa riqueza que suma miles de millones de dólares y euros. Mucho menos peleando por la soberanía alimentaria, el avance del monocultivo de la soja, la expulsión de los pobladores nativos de la tierra o la concentración y extranjerización de la tierra en cada vez menos manos. Se ven en sus afiches el discurso sobre la no explotación de menores, pero seguimos viendo las consecuencias sobre los “niños bandera” destruidos por los agrotóxicos.
Todo esto no le impidió al Momo sentarse a la mesa de la patronal, y peor aún tomar una dudosa posición ante el conflicto de la 125. En imágenes grabadas se lo puede ver junto a la patronal Mesa de Enlace y hasta recibir elogios de parte de ellos “…esto no hubiera sido posible sin vos Momo…” le dice un oligarca de conocida prosapia, el Momo no dice nada, su silencio es cómplice, baja la cabeza. Tal vez por eso cuando lo indaga el Canal Rural recuerda que ellos acordaron con la patronal un estatuto del peón rural que llevaron al Congreso. Más preocupado por el rédito político pone un manto de desconfianza sobre la norma, tiene miedo que el gobierno esté más allá que su propio sindicato y le arruine los acuerdos con sus patrones. Eso sí, lanza el dedo acusador contra el gobierno Nacional por la supuesta falta de control del trabajo en negro, y él como dirigente gremial, ¿que hizo por solucionar este tema?
Es que este señor hace rato se ha convertido en un empresario o por lo menos se le parece bastante, toma un taxi aéreo que le cuesta unos 4.000 u$s cada vez que viaja hacia Necochea (4), un lujo que significa más de medio año de trabajo para cualquier peón rural (o el de todo un año si solo cobra el básico que se sitúa en 1.100$). También son dudosas las propiedades que están a su nombre y propiedades que en Necochea rumorean son de él. Pertenece a una dirigencia que, parida en la década neoliberal, se mueve como si fueran patrones y negocia las condiciones de trabajo de sus afiliados con esa mentalidad.
¿Que habrá quedado del Momo peón rural? ¿Que sentirán los peones rurales si pudieran leer estas líneas, viese la forma de vida del dirigente gremial y su amistosa relación con los explotadores de la tierra y dueños de la vida en el campo?
Jorge P. Colmán
(1) En la Argentina, según datos actualizados de la Uatre, en el campo hay unos 900 mil trabajadores en negro y sólo 600 mil blanqueados. Sus ingresos promedian 1100 pesos más la vivienda.
(3) Canal Rural pertenece al Grupo Monopólico de medios Clarín, (que además tiene intereses económicos en el área rural), lo que lo transforma en un Canal patronal Rural.
1 comentario:
Compañero,
Venegas ya decidió de que lado está; del de los empresarisod e la Mesa de enlace.
Hace pocos días fui a necochea por trabajo, lugar de donde es el Momo. Dicen als malas lenguas (malas pero confiables) que es un empresario agrícola tanto como Biolcatti o Llambias.
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