La consigna del Padre Adrián Mari era “saquen al policía que hay en su interior” y así se lanzó a formar un cuerpo represivo… de niños. Cuando le preguntaron qué estaba haciendo con los chicos se excuso diciendo “Si el Papa Benedicto XVI perteneció a la juventud Hitleriana, porque no hacer la juventud Neveriana”.
Preparados los niños para recibir balazos, se los puede ver con chalecos antibalas de la policía del Capitán Frío Das Neves. “Son solo juegos”, volvió a excusarse “los niños usan los chalecos para acli-matarse y sentir lo que se siente cuando se recibe un corchazo”. El obispo José Slaby defendió al capellán policial diciendo que “esto es similar a los boy scout… salvo pequeñas diferencias como el adoctrinamiento, orden cerrado y algunas prácticas violatorias a los derechos del niño” y agregó “nuestro querido Sumo Pontífice admitió en su autobiografía que, entre 1941 y 1942, adoctrinó niños, y si lo hizo su Santidad el Papa, ¿Por qué no lo puede hacer el reverendo Mari que es un soldado de Dios?
En los cuarteles… perdón, en las oficinas del Gobernador Mario Das Neves se apresuraron a rajar al cura adoctrinador que hacía meses que venía preparando los “ratiniños”. El quilombo que se le armo fue tal, que hasta se retiró presuroso de la interna del Partido Justicialista. “La culpa la tiene Néstor” respondió, “el tiene un ejército de piqueteros y no nos deja armar nuestro ejército juvenil, es un verdadero buchón”.
Mientras tanto el cura recibió una muchedumbre de 70 personas que lo apoyan fervorosamente. En el acto se leyeron las adhesiones de: Padre Von Wernich, el capellán Metralleta y Jorge Rafael Videla desde su retiro espiritual. Finalizado el acto elevaron sus fusiles al cielo y escupiendo una ráfaga de salva.
En Buenos Aires los abogados de otro sacerdote están preparando una nueva argumentación defensiva, se trata de Julio Cesar Grassi…
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