"...La derrota y la discordia suelen ir de la mano. El desastre futbolístico en Ciudad del Cabo no se conforma con generalizar la desazón. También está enrareciendo con intrigas la trastienda del poder. El feliz retrato que los Kirchner compusieron con Diego Maradona y Julio Grondona al inaugurar, como si fuera un plan de asistencia social, el programa Fútbol para todos, iba a ser reproducido en 50.000 afiches por todo el país. Ahora, después del 4 a 0, ese triángulo familiar está atravesado por enconos y por traiciones. No sería grave si fuera sólo por un sobresalto emocional. Pero el Gobierno pensaba librar en el frente futbolístico una de las batallas decisivas por su continuidad en el poder. Los goles le darían a la política oficial ese encanto que ella, por sí sola, no consigue. Se convertirían también en el insumo de varios negocios: desde la televisión digital hasta el desembarco en Telecom, pasando por las apuestas deportivas en Internet. Ese master plan deberá ser repensado..." (1)La sangre cae por todos lados al leer la nota, lejos de estar mal por la derrota pareciera que el Sr. Carlos Pagni del diario La Nación busca por todos los medios el atar la derrota del conjunto nacional con el gobierno. Critica a todos los actores sociales que tengan alguna cercanía con el gobierno, no se salva ni Maradona ni Grondona. Desnuda sus verdaderos intereses al hablar del Programa Fútbol para Todos, el problema son los negocios y su actitud es corporativa. El lema parece decir: "tocan a Clarín y nos tocan a todos" y el objetivo es "QUE NO AVANCEN MÁS".
Hasta los periódicos más opositores destacan el avance en las encuestas de Néstor KIrchner. Los festejos del bicentenario pusieron en alerta todas las usinas, un pueblo alegre no era el clima que ellos pretendían para la etapa de arranque electoral. Pensaron que el mundial duraría muy poco para la argentina, por eso cargaron todas las tintas contra Maradona, pero la historia fue diferente. La selección enamoró en la etapa inicial y tuvo exclusividad de atención en todos los hogares, a tal punto que el país se vio paralizado en cada partido, la corporación mediática quedó desencajada, parecía que se venía lo peor y que nuestro país tenía serias posibilidades de ser campeón.
Luego de la derrota, la tristeza es inmensa, pero es muy imprudente pensar que pueden cargar fácilmente contra lo que Carlos Pagni llama el "Triángulo familiar". Muy lejos de criticar a la selección nacional, el grueso de la población esta agradecida por la entrega que nuestros muchachos realizaron en Sudáfrica y prácticamente nadie critica seriamente a Maradona. La figura que entraña la selección hoy es el de la esperanza, veníamos de capa caída y los muchachos demostraron que se podía. La alegría vivida por la población en estos días fue de inmensa alegría, no hay casa que no haya sacado su bandera, los chicos mostraban orgullosos su camiseta, el pueblo se vistió de celeste y blanco:¿Realmente creen que pueden capitalizar políticamente contra el "Triángulo familiar" la derrota? Si el gobierno nacional posibilitó que todos pudieran ver en directo todos los partidos del campeonato nacional y el mundial, ¿Alguien puede quejarse contra el gobierno por este hecho?
Cierto es que el mundial y el receso invernal significan un atraso para la instalación de los candidatos opositores y recién para el mes de agosto podrán arrancar la "campaña de desánimo". Es notable que todavía no puedan salir del "shock Bicentenario" y de la alegría mundialista, no pueden rearmar su agenda y el Partido Opositor resulto un verdadero fracaso, el gran candidato Cesar Cobos se desbarranca y la atomización de la oposición es una foto que la corporación mediática mira con horror.
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