Imagen tomada de facebook |
Los tres ejes de la campaña en la red han sido: El "adoctrinamiento" de la Cámpora, la "mala" perfonmance del equipo argentino en los juegos olímpicos y los números del INDEC. Todas ellas están direccionadas hacia el gobierno nacional (directa o indirectamente).
La primera tiene origen en el programa de Lanata en el multimedios Clarín que hemos respondido con una carta que invitamos a leer (Sobre la participación de las Organizaciones Sociales en las Escuelas). Pero las otras son mentiras deformadas que se diluyen ante los primeros análisis.
El publico al que va dirigido el mensaje es irreflexivo, fanático e intolerante. No se detiene a pensar ante lo que recibe, simplemente lo retransmite y potencia. Alguno dirá que entre las filas del campo nacional y popular también existen personas con ese perfil y es verdad, pero no es la generalidad porque existen niveles de participación y análisis que hacen la diferencia. Los receptores de estos mensajes no tienen participación social o política(*)
Mensaje que confunde y deforma la realidad |
Parte de supuestos que a veces son ajenos al pensamiento democrático: todos los políticos son ladrones y mentirosos. Por lo cual "todo esta mal" y el responsable es "quien nos gobierna". La culpa la tiene el "de arriba" como si la sociedad fuera un gallinero, donde el que se acomoda más alto defeca a los de abajo. La política no es vista como el camino para el cambio social, sino más bien como su obstáculo.
Sus posiciones bordean el racismo, aunque pretenden ser "progresistas". Se ponen del lado del poder económico porque quieren pertenecer y necesitan reafirmar su "ser". Se mimetizan entonces con aquellos que tienen (sin importar el origen de sus fortunas e historia).
Su progresismo se limita a la caridad, lo mas distanciado del contacto con los pobres (Capuzotto los retrata muy bien en su personaje Micky Vainilla). Por eso aborrece a la militancia (salvo el momento económico del "corralito"), a los que ve como subversivos, piqueteros y hoy, en un revival muy trucho, a los montoneros.
Tienen "memoria corta", como si la realidad se vive desde hace un año o dos. No hacen análisis del proceso histórico (memoria larga) y poco les importa.
El emisor de los mensajes apela entonces a la ignorancia, conoce de antemano todos estos supuestos y actúa premeditadamente. Es parte del marketing político y apela a un sector del mercado dispuesto a consumir un producto ediondo, pero que tiene el glamour de "ser", y que ese "ser" le permite "pertenecer" a una clase social y política lejana a su economía y su historia.
(*) Hay excepciones como el PCR en esta nota (Haga click aquí)
(*) Hay excepciones como el PCR en esta nota (Haga click aquí)
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