Llora y borrosamente ve llorar al otro, que no es otro, es uno mismo sufriendo el mismo dolor.
Cuando detrás de los ojos nublados ve a los hipócritas, dando condolencias, y poniendo gestos duros, ese dolor se convierte en asco.
Cuando los oídos que solo oyen voces de agradecimiento, de esperanzas, de deseos de vencer a la muerte (que de hecho está vencida), comparte la palabra.
Cuando los oídos escuchan palabras de traidores, esas palabras, se vuelven viscerales desde lo irracional. Furia y rabia, desde el corazón y la conciencia.
Hay momentos, hechos, donde no se puede flotar a medias tintas. O se llega a lo profundo o se mantiene todo en lo superficial. Esos son los hitos donde nadie queda ajeno. O Dios o el diablo.
Desde ayer un pueblo llora, como puede, como sabe, como corresponde.
Los que estamos hermanados en el dolor, en una profunda rabia, pero por encima y sobre todo en la esperanza. Estamos juntos buscando modos de explicarnos el ¿por qué?
A pesar de estar viendo y oyendo la realidad, el milagro se produce espontáneamente en cada “Aplauso”, en cada “Viva”, en cada “Fuerza”. Todos los verbos son en Presente. Y cuando esto sucede quiere decir que al que ya no veremos sigue VIVO, y lo seguirá siempre.
Pero hay algo que me pregunto y les pregunto, ¿qué pasó con los mensajes de correo? Nadie ha mandado a mi casilla más que cosas tontas.
Pobres de los anestesiados sociales, porque ellos no formarán parte de la Historia y seguramente esta los juzgará, más temprano que tarde.
Hasta Siempre Compañero y Amigo Néstor.
Hasta cada acto donde levantemos la bandera de la Patria Grande
Llegó la hora de tomar la posta y llevarla como bandera a la Victoria.
Ilda Cambas.
Bs. As. 28 de Octubre 2010
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