(*) Por Jorge P. Colmán. Esto puede ser una ficción, pero quienes no creemos en las casualidades sabemos que las tapas de Perfil y La Nación tienen una sugerente coincidencia. Las elecciones de las dos primeras provincias, donde la oposición era ganador indiscutido unos meses antes, hizo prender todas las luces de alarma de la corporación mediática (principal soporte político de ambos espacios), no es extraño entonces que esta intente ser el ordenador y árbitro.
El intento de que todo el arco opositor se una en un solo frente, parece ser la decisión. Ya no cuaja el proyecto de Héctor Magnetto de esperar un balotaje entre Cristina Fernández y el segundo, porque los números demuestran que la opción K podría ganar en primera vuelta y todo el esfuerzo de la corporación se iría a los caños. Tampoco pueden inventar candidatos nuevos, el único que les quedaba dentro del Peronismo Federal era Das Neves y se hundió en el fraude y hasta una posible derrota.
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