martes, julio 14, 2009

Dialogo = Distribución de la riqueza


Distribución o pobreza

Por Hugo Yasky * en www.pagina12.com.ar

La convocatoria al diálogo social se da en un momento en que se están haciendo sentir con más fuerza los efectos combinados de la crisis mundial y del cuello de botella del proceso de recuperación económica iniciado en el 2003.

Desde el mes de diciembre la CTA viene reclamando la necesidad de un blindaje social, que proteja el empleo y el salario de los trabajadores, que garantice una asignación familiar para todos los desocupados y no registrados, un seguro de desempleo que beneficie también a los que están en la informalidad y un aumento de emergencia de los haberes jubilatorios.

Desde entonces hasta ahora, se ha profundizado el deterioro de la situación social. El informe trimestral publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda) da cuenta de la disminución en el número de puestos de trabajo en la construcción y la industria manufacturera, los sectores que motorizaron la recuperación de la economía después de la crisis del año 2002.

Esto se profundizó como consecuencia de la caída del producto, de la producción industrial, de las exportaciones e importaciones y de la recaudación, en el marco de la crisis internacional.

Dicho escenario activó la inmediata reacción de los grupos empresarios que, haciendo borrón y cuenta nueva del mullido colchón de rentabilidad acumulado durante estos años, empezaron con los despidos preventivos, reducción de la jornada laboral, suspensiones y rescisión de contratos. Esta desmedida reacción tuvo como principal objetivo volver a instalar el miedo a la pérdida de la fuente de trabajo como forma de desalentar las demandas de recuperación salarial.

Desde esa posición de fuerza el lobby empresario de AEA, UIA y Mesa de Enlace promueve la suspensión de las paritarias, la devaluación de la moneda a niveles que le darían el golpe de gracia al ya erosionado ingreso de los trabajadores, la postergación de la convocatoria al Consejo del Salario y la eliminación de las políticas de retenciones.

En síntesis, pretenden limitar la agenda del debate social a un programa de ajuste, que produciría en tiempo record un retroceso a los peores niveles de pobreza y exclusión social ya padecidos a finales de los ’90.

El camino para los trabajadores y para la inmensa mayoría de los sectores populares, incluidos pequeños empresarios y productores rurales, es exactamente el contrario.

Debemos garantizar la revalorización de los salarios y la defensa del empleo como impulsores de la demanda y del mercado interno, que es necesario sostener en un escenario de crisis caracterizado por una recesión internacional sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

Por eso en el Pacto Mundial para el Empleo aprobado en la última Conferencia Internacional de la OIT, con representación de trabajadores, empleadores y estados, se estableció el compromiso de generar acciones tendientes a proteger los puestos de trabajo y el nivel de los salarios, como única salida para evitar que la crisis la terminen pagando los trabajadores. Resulta contradictorio que algunos de los sectores empresarios que a nivel local promueven el ajuste en la OIT aprobaran dicho Pacto.

Desde la CTA sostenemos que el diálogo social tiene legitimidad en tanto y en cuanto garantice avanzar con medidas a favor de una justa distribución de la riqueza, que pongan el eje en la necesidad de terminar con la pobreza y la desigualdad social.

Para ello es necesario que, a pesar de la caída del empleo y de la recaudación, el Estado cuente con los recursos que sustenten la universalización de políticas sociales y la creación de empleos en la actividad pública y privada. Esto requiere cambios estructurales de fondo en el esquema tributario. Hacer que los que más tienen paguen más, avanzando con gravámenes sobre la actividad financiera y extendiendo las políticas de retenciones a los sectores mineros y petroleros. También hacen falta discutir políticas públicas que protejan nuestros recursos y pongan fin a la fuga de capitales.

Hoy ya queda claro que la crisis económica intenta ser utilizada por los factores de poder para detener el proceso de avance popular que se ha vivido en los últimos años en América latina. El golpe en Honduras se inscribe en esta realidad.

No podemos caer en la ingenuidad de olvidar que en estas condiciones el diálogo social es también un espacio de disputa entre los intereses de unos y de otros. Es imprescindible tener claro que lo que vamos a defender requiere la unidad y la capacidad de movilización de los trabajadores y los sectores populares.

* Secretario general de la CTA.

lunes, julio 13, 2009


Sobre las bases militares de EU en Colombia


Por Jorge Enrique Robledo, Senador de la República de Colombia

MOIR-PDA, Bogotá, 11/07/09.- Como terminó por saberse, el gobierno cocina en secreto –sin consultar con la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores ni con el Congreso, y menos aún con la opinión pública– otorgarle cinco bases militares a Estados Unidos, una de las peores decisiones de la historia nacional. Serán dos en el Caribe (en Cartagena y Barranquilla), otra en el Océano Pacífico (en Bahía Málaga, al lado de Buenaventura), una más en el centro del país (en Palanquero, junto a La Dorada) y la última en Apiay, en los Llanos Orientales, decisión que convertirá a Colombia en un país ocupado, amenaza a los países vecinos y viola la soberanía y la Constitución.

El gobierno ha presentado este despropósito como un asunto de menor cuantía porque, dice, no se trasladará a Colombia la base militar que hoy tiene Washington en Manta, Ecuador –que se cerrará por orden de la nueva Constitución de ese país–, sino que sus funciones pasarán a cinco instalaciones controladas por las tropas norteamericanas dentro de bases militares colombianas, parte de cuyas dotaciones usarán.

Debe saberse que entre las nuevas estrategias de dominación global del mayor imperio de la historia aparecen las bases militares llamadas “lotos”, las cuales pueden ser relativamente pequeñas porque están diseñadas para ampliarse o para que las tropas salten de unas a otras. De acuerdo con Chalmers Johnson, profesor emérito de la Universidad de California, “La mayoría de estas nuevas bases constituyen lotos desde los cuales nuestras fuerzas podrán saltar como ranas muy bien armadas”.Y en Colombia lo harían con la ventaja de que, en el primer salto, los estadounidenses podrían tomarse la base militar colombiana en la que estarán ubicados.

De acuerdo con Cambio, la revista que empezó el destape de este proyecto, las cinco bases escalarán la presencia militar norteamericana en Colombia no solo por su número y ubicación. Pues no serán solo contra el narcotráfico, sino también contra el “terrorismo”, término que, como se sabe, Washington define según sus conveniencias. Y las tropas norteamericanas podrán operar desde ellas, y sin consultarle a nadie, en otros países. ¿Alguien sensato, además, puede tener la certeza de que el Pentágono nunca actuará desde esas bases en contra de lo pactado y de Colombia, si así lo determinan sus intereses imperiales?

Con calculada y falsa inocencia, el gobierno de Álvaro Uribe –que le mantiene su respaldo a la invasión estadounidense a Irak–, presenta las cinco bases militares como “ayuda” norteamericana a Colombia, cuando estas se sumarán a las otras 700 que posee Estados Unidos en el mundo, bases en las que opera medio millón de hombres y resulta hasta pueril desconocer que existen para defender los intereses de dominación que signan las decisiones de la Casa Blanca, incluida la de Barack Obama. Esto, además, en la lógica de la tenebrosa estrategia de la “guerra perpetua” definida por el Pentágono, la más reciente teoría militar norteamericana para el control del mundo, política dentro de la cual, y como lo denunció Brasil, Estados Unidos puso a la IV Flota a navegar en aguas de Latinoamérica y el Caribe (Espectador yClarín).

El secretismo oficial tiene como primera causa la total inconveniencia de una decisión orientada por un poder extranjero, que solo problemas puede traerle al país por la grave lesión a su soberanía y autodeterminación sobre lo político, lo económico y lo social y porque lo somete de la peor manera a los horrores de la guerra y los intereses de la superpotencia, lo enfrenta con los países vecinos y lo desacredita más ante los demócratas del mundo. Y también tiene que ver con que estas cinco bases militares –así les den otro nombre, como tienen decidido hacerlo para confundir– son inconstitucionales por dos razones diferentes. La primera, porque la Constitución dice que las relaciones internacionales del país se fundamentarán en la soberanía y su derecho a autodeterminarse. Y la segunda, porque ninguna norma permite crear bases de este tipo en Colombia, dado que la Carta, en sus artículos 173 y 237, solo autoriza “el tránsito –es decir, el paso temporal– de tropas extranjeras por el territorio de la República”, previa aprobación del Senado y concepto favorable del Consejo de Estado, trámite que el gobierno decidió no realizar.

domingo, julio 05, 2009


Confrontación o consenso

Por Horacio Verbitsky

El pliego de condiciones que José Claudio Escribano le presentó a Néstor Kirchner aun antes de que asumiera la presidencia en 2003 se reactualizó ahora, luego de la dura derrota electoral del domingo pasado. Hoy como entonces se trata de aceptar o irse. La discusión acerca de si algunos intendentes del conurbano bonaerense traicionaron con el corte de boleta es una de las más vanas. Si lo hubieran hecho sólo probaría que previeron el resultado mejor que casi todas las encuestadoras profesionales. Además sería una incongruencia quejarse en un garito por la falta de hostias consagradas y música sacra. Es legítimo que Kirchner y CFK reclamaran reconocimiento por la transparencia de los comicios, luego de meses de bombardeo con extravagantes denuncias sobre un posible fraude. Pero también deberían reflexionar si la disponibilidad social para creer esos disparates no será una consecuencia de la tremenda devaluación de toda palabra oficial a partir del avasallamiento del Indec. Kirchner aceptó el plebiscito que le plantearon sus adversarios, desde que Eduardo Buzzi dijo que el objetivo de la Mesa de Enlace de las patronales agropecuarias era desgastar al gobierno, Hugo Biolcati que “les ganamos en octubre y no terminan” y Elisa Carrió vaticinó una muy próxima elección presidencial. Ante ese reto levantó la apuesta y perdió, en la provincia de Buenos Aires pero también en Santa Cruz, que Kirchner gobernó durante una década. Una interpretación sobre las posibles causas de ese resultado ha sido consignada en esta página desde que Kirchner y CFK decidieron encerrarse en el PJ al que habían batido con claridad en 2005 y que el candidato a la gobernación bonaerense fuera Daniel Scioli. No tiene mayor gracia repetirla ahora, cuando lo que importa es el futuro. Las crónicas y declaraciones políticas de estos días plantean un escenario en el que el gobierno debería elegir entre la confrontación o el consenso y se le recomiendan el diálogo y la moderación. Esas son formas alambicadas de exigir la firma presidencial al pie de todas las condiciones que le pongan por delante. Por ejemplo una baja en las retenciones a las exportaciones agropecuarias, que pondría en serio riesgo la gobernabilidad. Confrontación o autismo sería intentar el camino propio para el que la presidente fue electa hace menos de dos años. Lo expresó en forma inmejorable Joaquín Morales Solá, quien cada día se expresa con mayor claridad: “El temor de la oposición, peronista o no peronista, es que la obcecación de los Kirchner la lleve a escenarios no queridos. En la coalición no peronista y en el PJ disidente no se descartaban ayer cambios en los tiempos electorales, luego de que escucharon a Kirchner y a su esposa. ‘Habrá que hacerlo cuanto antes si es que hay que hacerlo’, dijo uno de los ganadores del domingo”. El gobierno todavía conserva la primera minoría en ambas cámaras. Este es, sin embargo, un cálculo estático que no toma en cuenta los deslizamientos que caracterizan al coloide peronista, tan sensible y veloz para acudir en auxilio de la victoria. El problema es que el heterogéneo agregado de fuerzas que con razón puede reclamar este triunfo, tiene capacidad para desatar el caos, pero no para conducirlo, porque no ha dirimido la hegemonía en sus propias filas ni hay acuerdo sobre un nuevo patrón de acumulación de capital entre sus distintas fracciones. Hasta ahora la mayor coincidencia entre el bloque agropecuario y las patronales de la industria que orienta la trasnacional italiana Techint es una fuerte devaluación del peso, que mejoraría su cuenta de resultados y deprimiría el salario de los trabajadores. Pero temen quedar demasiado en evidencia y han decidido disimular el entusiasmo. Además plantean un ajuste de gastos del Estado. Entre los distintos rótulos partidarios que expresan las nuevas configuraciones del justicialismo, el radicalismo y la derecha neoliberal hay demasiados aspirantes al mismo cetro (Macri, Cobos, Solá, Reutemann, los Rodríguez Saá, quién sabe si no el propio De Narváez y el hijo de Alfonsín, Carrió, quien como dijo Eduardo Macaluse ahora le está explicando el contrato moral a Enrique Nosiglia) y muchos operadores que se ofrecen para articular un método, como Eduardo Duhalde, José Manzano y Ramón Puerta. En buena lógica, si el kirchnerismo no se recupera, el próximo turno no podría ser para un peronista, pero en esta actividad la lógica no siempre prima. Menos dudoso es que será para alguna fórmula que exprese el giro a la derecha que los resultados del domingo permiten constatar. Ese será el momento de extrañar al único gobierno en décadas que se abstuvo de reprimir la movilización social adversa y no ha causado un solo muerto en las calles. La designación del comisario Fino Palacios como jefe de la policía de Macri ayuda a imaginar ese día.

miércoles, julio 01, 2009

PARA EL PUEBLO QUE LO MIRA POR TV

por Ignacio Copani

Mi mamá no tiene ni idea de quién es Ricardo Forster.

Carta Abierta para ella es una hoja desplegada con muchas letras o a
lo sumo un naipe al descubierto.

No tiene ni idea mi vieja de la existencia de los Planes de Desarrollo
Social que se llevan a cabo hace años, como el Plan de Seguridad
Alimentaria, el Plan Ahí, el Plan Nacional de Familias o el Plan de
Deportes.

Pero sabe que Francisco tiene un Plan.

Mi nietito, que todavía no va al colegio primario, es muy
inteligente.... Por lo que le enseñamos en casa, reconoce letras,
banderas de países, músicas que no figuran en los rankings, camisetas
de equipos de futbol, plantas y animales de la selva.

Por lo que no le enseñamos pero es imposible ocultar, también conoce a
Spiderman, a los villanos de los video juegos, canciones de moda,
marcas de golosinas y las caras de Macri y de De Narvaez.

Con la misma inocencia que responde a la pregunta, ¿de qué cuadro sos?
con un orgulloso ¨de River y de Argentina¨ , si le decís ¨alica¨ te
contestará ¨alicate¨.

Entonces, si en la reciente elección no conseguimos los resultados que
deseábamos y ha quedado consagrado un personaje que hace unos meses
era desconocido... ¿¿¿qué es lo que no logramos de manera eficaz???:
COMUNICAR.

Y no fue por falta de ideas o propuestas para comunicar.

No fue por falta de esfuerzo en comunicar.

Como nunca antes, desde el regreso de la democracia, he visto un
fervor militante conmovedor. Se ha roto el alma cada compañero
comprometido con las ideas del campo popular, para hacer escuchar su
grito en las calles, en los actos, en la discusión, en cada barrio, en
cada casa y hasta en el espacio virtual con correos, blogs, sitios,
etc.

Los candidatos deben estar exhaustos luego del maratón de caminatas,
caravanas, manifestaciones, charlas, debates, discursos, saludos y
peleas.

Pero no logramos ¨medir¨ en los grandes medios de comunicación. Medios
que, por cierto, le deben una gran disculpa al pueblo argentino por
las insinuaciones de fraude y además por su inocultable y en muchos
casos, obscena parcialidad.

Esos medios reclaman nuestra Autocrítica.

Pues bien, la mayor Autocrítica que debemos hacernos, es que nosotros
poseemos herramientas para comunicar (canal de televisión y entes de
cultura) y no logramos desde allí transmitir la mínima mística de
nuestra ideología ni la mínima información con los formatos adecuados
para que mi madre y mi nieto miren desde otros miradores.

Anoche, con el pecho estrujado por la desazón, luego de ver a Néstor
Kirchner confirmando el resultado de la votación, puse Canal 7, y
estaba... Riverito anunciando el pozo y recontrapozo vacante de la
lotería!!!

Esta mañana, en la primer búsqueda de los necesarios abrazos
compañeros para intentar arrancar de vuelta, también puse Canal 7....
y había títeres.

Debo reconocer que la función de títeres era más divertida e
instructiva que el partido de basquet femenino que transmitían en
horario central el día que había cuatrocientos cortes de rutas
simultáneos en los tiempos de furia de las patronales rurales.

He sintonizado ese canal en búsqueda de aire fresco cuando en cientos
de noches he visto prácticamente en cadena nacional cómo, sin ningún
pudor, los programas de periodismo político y su elenco estable de
invitados vomitaban su odio al gobierno popular... y no encontré aire
fresco, más bien encontré repeticiones de documentales de la gacela
acosada por el leopardo o de la vida de los insectos en Oceanía.

Ese aire fresco que pretendo respirar no es con un canal de televisión
que sea barrabrava oficialista. Es con un espacio que muestre (todo el
tiempo) a nuestros pensadores, a los de hoy, a nuestros mejores
dirigentes, periodistas, artistas y comunicadores. Que ponga ideas
sobre la mesa, las nuestras y las verdaderas ideas que escondieron los
adalides del marketing (y que a veces se les escapan sin querer, como
la idea de reprivatizar o de volver al FMI)

Es cierto que hay honrosas excepciones en la programación de la
televisión pública. Como es más cierto que con eso no alcanza.

Tenemos los medios, tenemos las herramientas. Porqué no usarlas para
comunicar, más aun cuando nos vienen destrozando la honra y las
ilusiones.

Porqué no pedir que nuestros entes de cultura nacionales y
provinciales se embarren y dejen de ser nichos petiteros, llenos de
gente más conmovida por las estéticas elitistas o los lugares comunes
de nuestra vapuleada identidad, que por la urgente necesidad de ayudar
a moldear un pensamiento libertario, de pueblo, de garra y de fe en el
futuro.

En los días de campaña, me han llamado de innumerables entidades.
Concurrí a todos los eventos que pude. Con orgullo he subido a grandes
escenarios y a improvisadas tarimas a contar y a cantar mi esperanza
de vivir en un país mejor.

Nadie me llamó desde la dirección de la Secretaría de Cultura de la
Nación ni del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Y no
me molesta que no me llamen como cantautor, ellos tendrán sus
gustos... Me duele que no me hayan llamado ni de público para
concurrir a un concierto que temple más mi aguante, a una muestra que
me conmueva con una foto o una pintura que describa el linaje de las
luchas populares que heredamos, o a una charla que me ofrezca más
conocimiento o a un acto que me entregue argumentos para defender
mejor nuestros proyectos o a la inauguración de un espacio cultural
frente a un asentamiento o al debut de una orquesta popular integrada
por ex pibes de la calle.

En este rubro también y por suerte, hay honrosas excepciones, pero
tienen que ver simplemente con el impulso local y la decisión de algún
buen funcionario que pueda tener el ente cultural de determinado lugar
y no con una política aguerrida a nivel territorial.

Hoy es un día después del resultado no deseado. No estamos derrotados.
Y todavía estamos a tiempo de sumar al sacrificio militante, la
inteligencia y el coraje para utilizar las herramientas y los medios
necesarios que nos ayuden a llegar a nuestro irrenunciable destino de
victoria.

Recién entonces mi mamá sabrá que el joven filósofo Ricardo Forster
tiene mejores cosas para contarle que Carozo y Narizota.

Ignacio Copani

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