El acceso al agua constituye un derecho humano documentado ampliamente por diversos convenios, pactos y la constitución. Es reconocido como tal desde el año 1977 y ha sido consagrado en instrumentos internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (arts. 11 y 12), la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 24.2.c) y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (art. 14.2.h) que, a partir de su incorporación en el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, tienen jerarquía constitucional y son plenamente operativos.
El agua es un problema que avanza a pasos agigantados en Malvinas Argentinas. La población de ha crecido mucho en los últimos años, son pocos los lotes que contienen a un solo grupo familiar y todos los residuos líquidos y sólidos van a las napas. A esto debe sumarse la contaminación que se produce en la superficie, a través del suelo y los cursos de agua. El resultado es algo previsible: La contaminación creciente de las napas superiores.
La infraestructura de agua y cloacas demuestra escaso o ningún interés en las autoridades municipales. Sobre una población de 322.000 personas en 89.338 hogares, el 83% no tiene agua potable. El problema de las cloacas es aún mayor. Las estadísticas muestran en forma terminante esta apreciación: De 89.338 hogares solo 1.859 están conectados a las cloacas públicas. A cámara séptica y pozo 56.418, a pozo ciego 28.099 y hoy o excavación en la tierra 218 (1).
A este problema se le agregan otros. Según los poceros de la zona están trabajando a destajo, las razones son varias: a) Las napas están bajando, b) Los motores de extracción están quedando obsoletos, c) Para conseguir agua potable hay que hacer perforaciones profundas (muy caras), d) Muchas de las perforaciones realizadas no están encamisadas (contaminan las otras napas). Ninguna de estas razones benefician al vecino y contribuyente de Malvinas Argentinas, que debe pagar la provisión de agua por empresas privadas, quedando expuestas las familias de bajos recursos.
Las cloacas son una promesa lejana, unos pocos la tienen, pero son barrios cerrados. Dos décadas de gobierno y los avances en este sentido son nulos. Algunos vecinos creen que el problema se soluciona comprando agua envasada, pero se olvidan que al bañarse también se esta en contacto con agua en mal estado: Por la piel también respiramos. También limpiamos alimentos que luego llevamos a nuestro organismo sin siquiera pensar seriamente lo que ingerimos.
La salud es un gran negocio: la falta de agua potable y cloacas lo alimentan constantemente. Millones de pesos se ahorraría el Estado Municipal y Provincial en medicamentos, asistencia, tratamientos médicos y tanques atmosféricos.
El intendente municipal "saca el pecho" con las grandes construcciones de salud (Casi vacíos de médicos recibidos), pero poco hace por la prevención. Los costos para proveer agua potable son bajos y no requieren grandes infraestructuras. Las enfermedades contraídas por el consumo de agua en mal estado, se detectan en la etapa primaria de atención: La más precaria de todo el sistema de salud en Malvinas Argentinas.
Pero por extraño que parezca, entre 2007-2010 se observa una reducción del porcentaje presupuestario municipal destinado a salud (pasó del 39,44% al 20,55%) y no es porque han mejorado los índices: Por citar una, la tasa de mortalidad infantil en el período 2011-2012 es del 11,9%, mientras que en la provincia de Bs As el porcentaje es del 11,5% (2). Paralelamente Malvinas Argentinas ha incrementado la coparticipación municipal absoluta (que recibe de la Provincia) en concepto de su producción sanitaria en un 576% entre 2007 y 2013...
En Malvinas Argentinas existen "monumentos al agua potable" (Ver foto) que no llevan nada y al hacer los asfaltos no se planifico seriamente para no destruirlos. La red, en algunos casos ya no sirve, y es testigo silencioso de la inoperancia de la gestión.
El agua contaminada mata, pero es un asesino silencioso, no deja muchas huellas en el diagnóstico final. Es por eso que las autoridades nada dicen del tema. Casi ni aparecen propuestas en las campañas electorales y ni las salitas barriales hacen prevención sobre la cuestión. Los sectores pobres son los más vulnerables: No pueden pagar la provisión de agua en bidones y carecen seriamente de información.
En conclusión: el abordaje de las soluciones están al alcance de los presupuestos, si se cree seriamente en la salud, se debe hacer el esfuerzo. Pero es URGENTE, no podemos esperar que se sigan degradando las napas y es necesaria la organización de la comunidad para hacer efectivo el DERECHO AL AGUA.
Jorge P. Colmán
(1) Datos del INDEC
(2) Datos publicados por la Unidad de Análisis Económicos en Salud de la Subsecretaría de Planificación bonaerense
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